La Ruta de los vinos de Algarve se divide en cuatro rutas: Ruta Gil Eanes, Ruta de Arede, Ruta Mourisco y Ruta de las Falesias o Acantilados. Los itinerarios abarcan las regiones demarcadas de Lagos, Portimão, Lagoa y Tavira, y en ellos están asociados diversos productores con una oferta diversificada de actividades de enoturismo, que van desde visitas a bodegas hasta estancias en grandes grupos hoteleros.
En cuanto a la gastronomía, es en Algarve que se encuentran algunos de los más destacados restaurantes portugueses, muchos de ellos con premios y distinciones internacionales. Los sabores de la cocina de Algarve pasan mayoritariamente por el pescado y los mariscos, como es el caso de la caldeirada de pescado o de la cataplana de almejas. Las ofertas gastronómicas abarcan también los afamados manjares regionales, como la almendra, el higo o la algarroba.
Aliando el buen tiempo a los maravillosos vinos de la región, complementado por modernas quintas y bodegas, hoteles y buenos restaurantes, Algarve es hoy un destino vínico de vanguardia que es fiel a la gran tradición portuguesa en materia de hospitalidad.